El 2 de febrero de 1878, José Antonio Plancarte fundó la Congregación de Religiosas Hijas de María Inmaculada de Guadalupe; poner a la Congregación bajo el patrocinio de María, en su prerrogativa de Inmaculada y en su advocación de Guadalupe, es un signo del gran amor que profesaba a Nuestra Señora.


El contexto histórico de la fundación de esta Congregación era realmente muy difícil, pues en ese tiempo las Religiosas provenían de fundaciones extranjeras, además de que, debido a las Leyes de Reforma, la Vida Religiosa estaba pasando por grandes dificultades. Sin embargo, el arrojo y fortaleza característicos de José Antonio, le impulsaron a formar esta Congregación, netamente mexicana.

A lo largo de más de 140 años desde su fundación, las Religiosas Hijas de María Inmaculada de Guadalupe han seguido luchando incansablemente por continuar y acrecentar la obra educativa iniciada por este extraordinario hombre de Dios, permaneciendo siempre fieles a su herencia pedagógica.

Además de Colegios, las Hijas de María Inmaculada de Guadalupe atienden Asilos, Hospitales, Orfanatorios y Misiones; con todas estas obras apostólicas deseamos continuar la misión para la cual nos fundó José Antonio, discípulo fiel de Cristo Jesús y su misionero incansable.